Si hay una fecha que cualquier músico
que se precie no puede dejar pasar, esa sin duda es el 22 de noviembre,
festividad de Santa Cecilia, patrona de los músicos, y nosotros no íbamos a
ser menos.
Comenzaremos a celebrarlo este viernes, con una Misa cantada
a las 19.30h en la Iglesia
de San José de la Montaña (Padres Agustinos de
Bilbao). Será una Misa en la que estrenaremos algunas obras y recuperaremos
otras propias de la fecha, como Hail!
Bright Cecilia, de Purcell, que ya
interpretamos en años anteriores en la misma onomástica.
Este será nuestro repertorio para ese día, en el que como
siempre estaremos dirigidos por nuestro director, José Ángel Robles, y
contaremos con Estitxu Cabezón como soprano solista.
“In paradisum”, de la Misa de Réquiem, Op. 48 G. Fauré
“Benedicat Vobis” G.
F. Haendel
“Prière: Maria Mater
Gratiae” P. Guidi
“Sanctus”, de la Misa de Réquiem, Op. 48 G. Fauré
“Aita Gurea” Aita
Madina
“Panis Angelicus” C. Franck Arm.: J. Á. Robles
“Hail! Bright Cecilia”
H. Purcell
Cecilia de Roma, conocida como Santa
Cecilia fue una noble
romana,
convertida al cristianismo y martirizada
por su fe en un año no fácil de determinar, entre 180 y 230, aunque lo que si se conoce es el día de su muerte, el 22 de noviembre, motivo por el cual ese día se celebra su festividad.
Cuenta la leyenda que durante su martirio, Cecilia no dejó de cantar en ningún momento, razón por la que fue convertida en patrona de los músicos.
La primera Iglesia dedicada a
Cecilia se encuentra en Roma, en el barrio de Trastevere, y la tradición
sostiene que está construída sobre la casa de Cecilia y que allí reposan sus restos.
Entre los trabajos más notables de
esta iglesia está el altar de Santa Cecilia, del escultor post-renacentista Stefano
Maderno. Según se cuenta, esta escultura fue modelada sobre el cuerpo de la
santa, cuando se abrió su tumba en 1595. La estatua evidencia la decapitación, lo que ayudó a la
identificación de Cecilia. Además demuestra la supuesta incorruptibilidad de
su cuerpo (atributo de los santos), el cual, milagrosamente, aún conservaba
sangre después de siglos.
Quizá tengamos que hacer un
viajecito a Roma para conocer a nuestra protectora… no?
Feliz día de Santa Cecilia compañeros!!
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